CANDELA OBSCURA

Una mano pálida y femenina cuelga flácida e inmóvil hasta que un hombre, con mucha suavidad, ata un hilo casi invisible entre sus dedos. Cada roce sobre ellos está lleno de mucho amor. Coloca con cuidado una pluma entre los dedos.

Otro hilo se tensa.

El rostro de la mujer, aparentemente tranquilo, carece de vida. Las manos del hombre inclinan ligeramente su cabeza y colocan una horquilla ornamentada en sus oscuros rizos. El fotógrafo de muertos Oscar Enfield da un paso atrás, alejándose de su sujeto. Con lágrimas en los ojos, dice, “estás tan preciosa como el día en que nos casamos, Nora”.

El cadáver no responde.

A través del visor, mira a Nora, congelada en su pasatiempo favorito: escribir poemas. Está perfectamente situada, mirando atentamente y para siempre un poema que nunca terminará.

Hace la foto… Y de pronto suena la campanilla de la puerta principal. Sale a regañadientes de la habitación y cuando regresa, unos 25 minutos después, la silla en la que estaba sentada su difunta esposa está vacía.

Proyectada sobre la silla, como si su cadáver siguiera allí, está su sombra.

Este podría ser el punto de partida de una sesión de Candela Obscura, un juego de rol en el que investigadores ocultistas dan caza a fuerzas sobrenaturales y peligrosas que realizan incursiones en un mundo muy parecido al nuestro.

Candela Obscura también es el nombre de la sociedad secreta paranormal que se encarga de proteger el mundo de esos mortíferos fenómenos mágicos. Aunque llevamos siglos trabajando para recopilar conocimientos sobre esta magia y sus criaturas, nuestra comprensión sigue siendo limitada.

Sabemos que provienen de un reino más allá del nuestro, pero sigue siendo un misterio lo que quieren y por qué están aquí.