WEIMAR: LA LUCHA POR LA DEMOCRACIA

El 9 de noviembre de 1918, el aire frío del otoño en Berlín está lleno de tensión.

Los trabajadores planean una huelga y, como la ciudad está llena de tropas, no saben si sobrevivirán ese día. Tres horas después, la monarquía alemana ya no existe y nace la primera democracia alemana.

Weimar: La lucha por la democracia es un juego sobre los principales actores del espectro de la nueva República. Los socialdemócratas y los conservadores intentan defender la democracia. Los comunistas y los nacionalistas buscan derrocar al gobierno e instalar su propio régimen. ¿Sobrevivirá esta República infantil? ¿O Alemania, como en la historia, caerá ante los nazis y se convertirá en un estado sin ley? ¿O habrá una Unión de Repúblicas Socialistas Alemanas?

Weimar incluye dos “campos de batalla” principales: en la opinión pública, los partidos luchan por influir en las cuestiones políticas importantes como la economía, los medios de comunicación o los asuntos exteriores. Ganar en estas cuestiones les permite sumar puntos y tomar decisiones importantes. Al mismo tiempo, los partidos intentan controlar las calles y posicionar a sus seguidores en las principales ciudades de Alemania para las manifestaciones, las peleas callejeras y las acciones que emprenden las organizaciones paramilitares.

Weimar es un juego de cartas tenso y emocionante sobre un tema sumamente interesante. Las cartas pueden jugarse para el evento, para la opinión pública o para acciones en la calle.

En cada uno de los seis turnos de juego, los partidos juegan una agenda que define su estrategia para el turno (por ejemplo, modificar su mazo de doce cartas, definir temas, obtener ventajas en las calles). Los objetivos de los partidos son asimétricos y contradictorios.

Mientras que los partidos democráticos puntúan por estabilizar el estado y eliminar la pobreza, los partidos no democráticos puntúan por golpes de Estado y disturbios.